¡ Que chiste !
Francisco Delgado Santos
Rimas graciosas:
Un ciego estaba escribiendo
lo que un mudo le dictaba
y un sordo tras la pared
toditito le escuchaba…
Burlas :
No es lo mismo… pásame la pinza que písame la panza.
Dramas:
Primer cuadro: el señor Díaz se va en un avión.
Segundo cuadro: la señora Díaz se va en otro avión.
Tercer cuadro: los niños Díaz toman otro avión.
-Cómo se llama la película?
-Los días se fueron volando…
Acertijos:
Un hortelano un poco tontillo
sembró en su huerto la palabra pepinillo.
Una pregunta os hago: ¿qué crecieron:
palabras o pepinillos?
¿Qué es un circuito? ... Un lugarsuito con payasuitos, elefantuitos y otras cosuitas...
¿Cuál es el animal que es dos veces animal?
El gato, porque es gato ... y araña...
Poema: VERDAD DE VERDAD de Edgar Allan García
si pinocho
nos dijo la verdad peter pan era mayor de edad
no fue el loco mambrú ....a la guerra ni el famoso aladino entró a la cueva
era un perro con botas no gato y era feo el gran buitre no el pato
el zapatito de cristal se rompió y con la bruja el príncipe se casó
el lobo feliz era amigo de la abuela y la tal caperucita una locuela
la bella fue la bestia del cuento y la que tanto dormía un esperpento
¿blanca como la nieve? linda mulata ¿y el príncipe azul? toda una lata
soplaron los tres chanchitos para derribar mi versión
no fue el loco mambrú ....a la guerra ni el famoso aladino entró a la cueva
era un perro con botas no gato y era feo el gran buitre no el pato
el zapatito de cristal se rompió y con la bruja el príncipe se casó
el lobo feliz era amigo de la abuela y la tal caperucita una locuela
la bella fue la bestia del cuento y la que tanto dormía un esperpento
¿blanca como la nieve? linda mulata ¿y el príncipe azul? toda una lata
soplaron los tres chanchitos para derribar mi versión
y este
problema... digo, este poema a su fin llegó.
Catalina Sojos
Poema: ARENA
Cuando el hombre llegó me ofreció un ramo de rosas, yo deseaba un
espejo; me negué a aceptarlas.
Sonrió y se marchó en silencio.
Pasaron seis meses hasta que apareció con un violín,
yo deseaba una esfera; me negué a aceptarlo.
Sonrió nuevamente y se marchó en silencio.
Anoche volvió, me entregó una espina.
La acepté silenciosamente, entonces el hombre se deshizo delante de mis ojos atónitos.
Ahora cargo mi espejo, mi espacio y mi espina pero sigo deseando la arena de su cuerpo que desapareció con la última ofrenda.
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